sábado, enero 29, 2005

¿E’ Palante’ Que Vamos?

Pregunto al Excelentísimo Sr. Presidente.

Sr. Presidente, ¿recuerda la “arengota” frase con la cual terminó el discurso ofrecido al finalizar los primeros 100 días su segundo gobierno? ¿A quienes se refirió cuando dijo “e’ palante que vamos?”

¿Se refirió usted a aquel niño limpiabotas que en tono esperanzador, como citó en su discurso de toma de posición de su primer mandato –1996-2000-, le dijo:
"Leonel, yo quiero que tu seas presidente para yo dejar de ser limpiar botas?”

¿Quiénes, específicamente, somos los que vamos palante?

¿Los peledeistas? ¿La rancia burguesía dominicana? ¿Los nuevos millonarios? ¿Los políticos carcomidos? ¿La desmañada burocracia? ¿Los nuevos empleados del gobierno o los nuevos representantes del gobierno dominicano en el extranjero?

En nombre del pueblo dominicano le exijo que demuestre con hechos quienes somos los que: “e’ palante que vamos.”

¿O talvez se refirió usted, Sr. Presidente, cuando dijo “e’ palante que vamos”, al grupito que domina los medios de comunicación? ¿O a los mensajeros que traen las ordenes del norte?

¿Se refirió usted a las multinacionales que controlan el turismo dominicano o a los Generales que subieron con su llegada al poder?

El pueblo y yo esperamos que cuando dijo “e’ palante que vamos” se haya referido a nosotros, al pueblo. Al dominicano trabajador, al dominicano honesto, al hombre de palabra. A ese dominicano que confió en usted para lo representara, para que le administrara los bienes, para que lo defendiera de aquellos corruptos que, en cada gobierno, encuentra la forma de alzarse con el botín, dejando en la miseria a ese dominicano que hoy confía en usted.

¡Esta vez, Sr. Presidente, haga todo lo que este a su alcance para que ese niño de Salcedo deje de ser limpiabotas!

Sabemos que en nuestra corrompida sociedad se necesita un hombre de convicciones firmes, un hombre que esté dispuesto a enfrentar los varios miles de dominicanos que, en forma dudosa, lo han acaparado todo.

Si así lo hace, el odio y el acoso de que será objeto por la clase dominante se verán opacados por el abrumador apoyo y soporte que recibirá de los, casi, diez millones de dominicanos agradecidos.

Sr. Leonel Fernández, no deje de pasar la segunda oportunidad que le hemos brindado. Tome el lado del pueblo y pase a la posteridad como uno de los grandes defensores del pueblo dominicano.

En sus manos esta nuestro poder. Atrévase a usarlo en favor del pueblo dominicano.


Sinceramente,


Felipe Lora
29 de Enero de 2005