lunes, julio 30, 2007

Beneficios inmediatos del DR-Cafta


Las medidas en favor de los desposeídos no dejan de llover en suelo dominicano.
Solo bastó firmar el tratado de “libre” comercio, DR-Cafta, para que los sufrimientos de los desposeídos comenzaran a aliviarse.

Es la realidad, solo basta caminar, sin guardaespaldas, por las calles de los barrios que solíamos llamar “marginados” para darnos cuenta del impacto “positivo” del Tratado y de las políticas económicas del gobierno del PLD.

Las medidas, algunas por iniciativa del gobierno del PLD y otras como resultado del tratado, son compartidas con el pueblo en cantidades nunca antes vistas.

Por ejemplo, sin esperar que el pobre se recupere de la eufórica celebración por la modificación aprobada a la ley 125-01, de Electricidad, la cual lo “beneficia” en forma increíble, el gobierno del PLD lo sorprende anunciándole el último de los beneficios, obtenido a través del Tratado de Libre Comercio, en favor de los desposeídos.

El Estado Dominicano acaba de anunciar que, como resultado del tratado, usará parte de sus recursos económicos para asegurarse que todos los programas instalados en las computadoras localizadas en el país cuenten con la propia autorización.

Las ovaciones no se harán esperar y el eufórico júbilo de los desposeídos será extendido hasta que los medios de comunicación decidan publicar estudios independientes sobre los verdaderos efectos que el Tratado ha tenido en la clase desposeída, en lugar de gigantescos titulares que convierten en noticias las maliciosas opiniones de los interesados.

O en forma más factible, hasta que los dominicanos entiendan que en dichos titulares se anuncia la forma morbosa que usan para sepultar los sueños y las esperanzas del pueblo dominicano.

Felipe Lora
30 de Julio de 2007

viernes, julio 20, 2007

Muéstrame tus pobres y te diré que clase de gobierno tienes.


Hay quienes piensan que los problemas nacionales son el resultado del mal comportamiento pueblo.

Según estos mequetrefes, el pueblo es el culpable de los males de nuestra nación y por lo tanto la única solución es castigarlo aun más.

Que el transito es un desastre, aumentemos las multas a los chóferes violadores.
Que la educación no sirve, culpemos a los maestros e implantemos un sistema “bilingüe”.
Que la salud sigue deteriorándose, construyamos hospitales para los ricos y al pueblo limón con sal.
Que la delincuencia sigue en aumento, construyamos 5 cárceles y aumentemos las penas.
Que la canasta familiar esta vacía, tomemos medidas dedicadas a eliminarla.
Que sistema energético nacional esta de mal en peor, metamos presos a los pobres que se la roban.
Que los trabajos están escasos, subvencionemos las zonas francas.
Que el pueblo protesta por la situación, mandémosle las Fuerzas Armadas.
Que el pueblo no cree en políticos, obliguémoslo a votar.
Que el pueblos esta harto de las elecciones, hagámosle votar dos veces cada cuatro años.
Que muchos se quejan de estar vivos, prohibámosle morir.

Mirando a nuestro alrededor podemos declarar que la limitada visión y la falta de creatividad de nuestros políticos han provocado una estampida en la población la cual, sin otro objetivo que el de la subsistencia, se ve obligada a seguir a aquellos, quienes en su afán de lograr un apresurado e ilícito enriquecimiento, la guían hacia el abismo de un futuro que ya pasó.

Felipe Lora