sábado, octubre 06, 2007

¡Yo no le aguanto vainas a nadie!

Excúseme la frase pero...
¡Yo no le aguanto vainas a nadie!

¿Cuantas veces se ha sentido usted en ánimo de hacer suya tan masculina y bravía oración?

No crea, ni por un momento, que usted es el único.
Nuestro país esta lleno de ciudadanos que, abiertamente, se autodenominan de mandamás, de leones, de machos, o de hombres de pelo en pecho.

Se sienten orgullosos de ser el mandón en su territorio y lo expresan tan a menudo como sea posible.
-¡Yo no le aguanto vainas a nadie!- rugen a los cuatros vientos cuando creen que su “hombría” se esta poniendo a prueba.

Muchos, se convierten el terror de sus barrios, de su cuadra y muy a menudo, de su propio hogar como lo indican las estadísticas sobre la violencia familiar.

En general, el dominicano se “mata con cualquiera” defendiendo su propiedad, su familia, su reputación, y sobre todo, defendiendo el futuro de sus hijos.

Por desagracia, el guapo dominicano es ciego, es ignorante, o esta confundido.
O, de lo contrario, no es más que un cobarde corderito que, tratando de esconder su cualidad de “pendejo”, cubre su timidez con la piel del fiero león.

Sí, un ciego ó un “pendejo” que no tiene Coraje para exigir el respeto que se merece, para defender lo que le pertenece, o para velar por la salud, la educación, el bienestar, y el futuro de sus indefensos hijos.

Sí, ignorante o cobarde, que ve como los gobernantes de turno despojan a sus familiares de la oportunidad de crecer saludablemente y de educarse.

Una gallina temerosa que, de brazos cruzados, ve como su enemigo le cierra, en su cara, las puertas hacia el bienestar social y hacia un futuro promisorio.

Nuestra nación esta llena de guapos confundidos o de puros cobardes que, ignorando las mas de mil y una forma que existen para reclamar lo que le pertenece, se limitan, cada cuatro años y como corderitos hacia el matadero, a anunciar, con el índice entintado, que acaban de elegir su próximo enemigo.

¡Que cobardes son nuestros “guapos” dominicanos!
No saben que miles de cobardes unidos son más temibles que decenas de guapetones bocones.
No entienden que la única posibilidad que tiene un cobarde de vivir con dignidad es organizarse, unirse y entre todos decidir la mejor forma de reclamar lo que le pertenece.

Felipe Lora
06 de Octubre de 2007

¡Llueve café y cae maná del cielo!

Desinformando al ciudadanía

En el país no existe un solo dominicano que no este en capacidad de nombrar los principales problemas nacionales, sus causas y sus posibles soluciones.

Muchos están en capacidad de dar nombres de responsables, fechas y hasta detalles específicos de acciones que resultaron en el deterioro de la calidad de vida del dominicano.

Somos un pueblo de espectadores activos. Un pueblo que no lo piensa dos veces para criticar al dirigente de nuestro equipo de pelota favorito, si consideramos que sus decisiones fueron las causante de la vil derrota.
Pero también somos consiente y entendemos que hay días en que, hasta el gallo mas león, pierde una pelea.

Nos gusta mantenernos informados de lo que ocurre a nuestro alrededor, en nuestros barios, y en nuestra nación.

Nuestros conocimientos nos llegan, dependiendo de nuestra situación, a través de los medios de comunicación escritos, televisivos, radiales, o por medio del popular medio de comunicación de los barrios marginados, el de boca en boca.

Lo sorprendente de todo este intercambio de noticias y opiniones es la distancia que existe entre la versión “oficial”, la dada en los diarios dominicanos o en los noticieros televisivos, y la versión “contaminada” con el olor y sudor del pueblo.

En grandes titulares pueden leerse noticias sensacionalistas, los últimos resultados económicos, o los gigantescos logros obtenido por el gobierno de turno, mientras que en las polvorientas calles de los barrios dominicanos se oye una canción muy diferente.

¡Disminuye el desempleo!
Los grupos en las esquinas crecen como la hierba mala.

¿Huelga, cuál Huelga?
Diaaablo, ni cuanta gente disgustadas!

¡Mejora la educación dominicana!
Nuestros estudiantes creen que los tres padres de nuestra patria son Juan, Pablo y Duarte.

¡Pronto se acabaran los apagones!
Mejor compramos velas antes de que suban de precio.

¡Harán lucha contra corrupción!
Otro puesto que tendremos que mantener y otro que tendrán que sobornar.

¡Pronto no habrá más basura!
Aquí no hay quien respire con ese mal olor.

¡Prometen salud gratis para todos!
Aquí no le dan a uno ni limón con sal.

Como podemos ver, es solo cuestión de tiempo para que los diarios publiquen en primera plana, en negritas, que:
En dominicana:
¡Llueve café y cae maná del cielo!


Cuando los políticos y funcionarios gubernamentales se meen y se caguen en nosotros.

Felipe Lora
4 de Octubre del 2007